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Hay veces que uno se encuentra por ahí con imágenes que lo dejan sin aliento, sin saber muy bien por qué, le mueven a uno como algo por dentro que hacen que uno se pare y se quede, y se quede, y se quede…lo más bonito es cuando uno encuentra que detrás de las imágenes existen personas igualmente fascinantes…

Hace poco leí por ahí en un comentario de flickr esta frase de Holden Caulfield sobre los libros: “Los que de verdad me gustan son esos que cuando acabas de leerlos piensas que ojalá el autor fuera muy amigo tuyo para poder llamarle por teléfono cuando quisieras”. Bueno pues eso fue exactamente lo que yo hice con este personaje, no lo llamé por teléfono, pero nos conectamos por msn, y pasamos mucho rato conversando de toda clase de estupideces, y fue muy muy bonito descubrir que la persona detrás de las imágenes era casi tan, o más interesante que ellas. El tipo de persona que cuando se despide dice «buenas noches, que sueñes con gomitas», o que sus trabajos de los sueños cuando era chiquito eran: ser diseñador de aviones o escritor de novelas de terror, o el tipo de persona que reconoce que se inició en la fotografía por voyeurista, para poder espiar a las chicas del edificio del frente con la cámara de su hermana, valiéndose de su poderoso zoom.

Luis afirma con seguridad que es un retratista, y creo que todos los que hemos visto su trabajo estamos totalmente de acuerdo, no me lo puedo imaginar por la calle persiguiendo alguna noticia, cazando algún instante decisivo, no, sus fotos toman tiempo, toman escenificación, toman todo un proceso de aterrizaje del insospechado mundo de su cabeza, son, verdaderamente: trabajos.

Trabajos que son mucho mejor explicado con sus propias palabras: «Siempre negué mi sensibilidad artística; la asesiné desde que era un adolescente, la asesiné y la enterré en algún lugar de mi ser; después de eso pasaron años en los que me desempeñé como cineasta y filmé films y series de tv como director de fotografía, pero hace poco toqué fondo y sentí que estaba incompleto, volví a ver a esa persona creativa allí moribunda y le di una mano, de repente estaba cara a cara con esa parte de mi que había negado y ahora pienso darle un pasaporte para que salga y explore, para que tome el control, de lo contrario me declararé simplemente muerto en vida.

Pienso que parte de esa nostalgia contenida en esos años anteriores aparece en mis imágenes, creo que mi lugar esta en el retrato, por que de alguna manera he logrado conectar con personas conocidas o desconocidas en planos íntimos de su ser. Adoro las imágenes con un mensaje latente pero no del todo claro, sin una pose preestablecida, adoro entrar en los ojos de un desconocido y sentir por un instante que compartes un sentimiento; estamos solos? Lo voy a lograr? Tiene sentido todo esto? La pasas tan bien como yo?»

Bienvenidos entonces, damas y caballeros picniqueros al mundo de Luis Otero, al reflejo de sus sueños, al interior de su mente, a sus personajes inquietantes y sus colores imposibles; se les recuerda no sacar las manos del carrito ni tomar fotografías con flash.

Hasta la próxima!

Luis se puede contactar por su Flickr o por su Website

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There are times in life when you find images that simply take your breath away, and you don’t quite know why, they move stuff inside you and make you stop and stare, and stare….and stare. The best , though, is when you discover that behind such images there’s a person as fascinating as his work.

A while ago I read a brilliant comment in someone’s flickr stream, it was a Holden Caulfield quote about books, and it said: «The ones I really like arer those that when you’re done reading them make you think: I wish the author was a good friend of mine so I could call him on the phone any time». Well that was exactly what I did with Mr Otero, I didn’t call him on the phone, but we contacted each other through msn and we spent looong hours talking about all kinds of stuff, and it was really beautiful to discover that the person behind the images was just as interestinh, or even more, than them. He’s the kind of persons that says good night by saying «good night, have gummi bear filled dreams», or the kind of person whose dream jobs as a child were: plane designer or horror novel writer. The kind of person that admits to have started out in photography because he wanted to check out the girls on the building across the street with his sister’s powerful zoom lens.

Luis says that he’s most certainly a portrait maker, and I think that anyone who knows he’s work would agree, I can’t posibly imagine him running down the street chasing some piece of news, or hunting the long wanted «decisive instant», no, his pictures take time, take staging, take a process of landing his unknow world into ours, they are truly, WORKS.

Works that are much better explained in his own words: «I always denied my artistic sensitivity; I murdered it when I was a teenager; I murdered it and buried it somewhere deep inside myself; after that years went by and I worked as a film maker, as a director of photography for films and tv, but a little time ago I touched bottom and felt that I was incomplete, I saw that creative dying person and gave him a hand and all of a sudden I was face to face with that part of me that I had constantly denied. And now I want to give him a passport to come out and explore the world, to take control, otherwise I will declare myself as just a living dead.

I think that part of the nostalgia from all those lost years is shown in my images, I think I’ve found my place in portraiture, because somehow I’ve managed to conect with both people who are known to me and with strangers at a very intimate level of their being. I love images that have a message that is there but not entirely clear, those that don’t have a preestablished pose. I love to enter the eyes of a stranger and for an instant feel that you share a feeling: Are we alone? Am I going to make it? Does it all make sense? Are you having as good a time as I am?»

So welcome my picnicker ladies and gentlemen to the world of Luis Otero, to the reflections of his dreams, to the interior of his mind, to his unsettling characters and his impossible colors. You are reminded to keep your hands in the vehicle at all times and not to take flash photographs.

Luis can be contacted through his Flickr or his Website

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Thank you Mr Sputnik sir…besous!!!! :D