Hay muchas películas que uno puede ver miles de veces sin cansarse, a mi me pasa con Notting Hill, You’ve got mail y otras comedias románticas cursi. Así que si tuviera elegir un lugar que para mi representa esa película que quiero ver una y otra vez y volverme a emocionar como si fuera la primera, diría que ese lugar es sin duda Ciudad de México.
Ya he tenido el privilegio de pisar el suelo de los Náhuatl 4 veces y cada vez que vuelvo llego con Mexitusa a comer tacos por una semana para que no me de tan duro. Así que como hace unas semanas volví de este fantástico amasijo de colores, olores, sabores, acentos, texturas…pienso que es sólo justo que escriba por aquí un post con mis lugares favoritos.
No lo voy a hacer como relato porque en realidad aquí van a quedar los recomendados de 3 viajes, uno que hice en el 2008, otro que hice en el 2015 y el pasado que apenas fue la primera semana de octubre de 2016.
Para empezar, cuando uno va a México tiene que tener la mente y las papilas abiertas a la comida; yo llego a comer tacos, chilaquiles, huevos divorciados, tostadas y molletes y se me quitan todas las dolencias: el colon se porta como un caballero, la gastritis se queda en Colombia, no me duele la cabeza y cuando tomo tequila y mezcal la resaca se reduce a la mitad. Así que ir a México, es, para mi, principalmente COMER. Entonces primero que cualquier cosa quiero compartir con ustedes algunos lugares maravillosos que me he encontrado en mis viajes. Empiezo por los que son un poco más elegantes y termino con la comida callejera que es mi favorita:
Azul Histórico: El restaurante del chef Ricardo Muñoz Zurita está en una casa en el centro de la ciudad que es absolutamente espectacular, el mole es de lo mejor que me he comido en mi vida y lo considero un imperdible sobre todo si va acompañando los buñuelos de pato, ese plato es una obra de arte. Si de pronto no pueden ir al del centro, también está Azul Condesa.
En el segundo piso de la casa de Azul histórico, si les interesa la moda, pueden visitar la tienda de Carla Fernández una diseñadora mexicana que retomó el concepto de las prendas prehispánicas y los procesos artesanales para incorporarlos a colecciones modernas. Los videos de cómo trabajan los artesanos son absolutamente hipnóticos, yo me los vi todos de corrido.
Contramar: Esta joya de la Condesa siempre está a reventar de gente así que hay que reservar con anticipación. Toda la comida siempre está deliciosa pero las tostadas de atún son como morirse e ir al cielo.
Máximo Bistrot: Queda en la colonia Roma y es delicioso, su filosofía es cocinar siempre con ingredientes de temporada, frescos y locales. También es muy buscado así que hay que reservar.
Rosetta: Del mismo corte de Máximo, también ofrece comida estacional en un local absolutamente hermoso en La Roma
Café Toscano Delicioso para desayunos y brunch, hay varias sedes pero mi favorito es el de La Roma. Los huevos divorciados son deliciosos, también los molletes y los chilaquiles.
Mercado Roma: En realidad no es un mercado sino un lugar con mucha onda en donde juntaron versiones rápidas de restaurantes deliciosos: tacos, helados, asados, tragos, chocolates, y cervezas. Todo se consigue en el Mercado Roma. Para comer hay muchas opciones pero para pasar la tarde y tomarse unos traguitos nada iguala al Biergarten en la terraza. A pesar de que tienen un sistema absurdo de que hay que pagar con unos tiquetes y no con plata, vale la pena por el lugar que es muy lindo, más calmado y con buena música.
Ojo de agua: Hay en varios lugares, nosotros estuvimos en el de la Condesa y es un lugar muy rico para ir a desayunar, venden todo tipo de jugos, acai bowl, enchiladas, molletes, chilaquiles y huevos de varias clases; y para llevar de regalo venden una salsa macha ¡’deliciosa!
La docena Es un bar de ostras muy rico para comer, y para pasar un rato con amigos tomándose unos tragos. Nosotros fuimos a la que queda sobre la Avenida Alvaro Obregón en la colonia Roma, los tacos de jaiba con espuma de chile son imperdibles, y para los que amamos las ostras pues nada mejor que una bandeja de degustación de todas las que tiene.






- Ojo de agua
- Ojo de agua


Si se quieren hacer una buena idea de la comida callejera del DF, no he encontrado una mejor manera que tomando el Tour de Comida Callejera del Club Tengohambre. Inicialmente puede parecer costoso pero vale cada centavo, los lugares escondidos y esquineros que estos chicos han descubierto son espectaculares, eso si, de nuevo repito que hay que tener la mente abierta y estar dispuesto a probar maravillas como hongos de maíz (huitlacoche), chorizos de Toluca (espectaculares) y aguas frescas. Recomendado no desayunar y comer despacio y probar primero cada cosa, porque aunque yo soy «buena muela» no fui capaz de terminar el tour completo porque estaba repleta.
Sigo entonces aquí con los lugares de tacos que me quitan el sueño:
En La Roma los tacos de carnitas de pescado de 3 Galeones Taqueria de Puerto. Estos son, sin lugar a dudas, mis tacos favoritos del mundo. Están hechos con carne de sierra apanada y chicharrón. Además en este lugar tienen una salsa de chile con maní o cacahuate que es para morirse. Los tacos de baja California también son deliciosos!
El Farolito es una taquería tradicional con 50 años de trayectoria que tiene varias sedes: Polanco, Condesa, etc. Tienen su propia carnicería que garantiza unos cortes de carne deliciosos y la «Salsa especial del Farolito es imperdible».
Cortada con una tijera parecida es también El Califa . Tiene varias sedes, y una tradición de 22 años haciendo tacos. Recomendados: el chicharrón de queso y las costras de Gaona’s.
Otra taquería maravillosa para comerse los mejores tacos al pastor es El Huequito, hay varias sucursales y los tacos son chiquitos pero DELICIOSOS.
El parnita, también en La Roma, además de vender una comida deliciosa (el guacamole es como lo que come dios los domingos) es un lugar hermoso con una música que provoca quedarse a pasar la tarde.
Cocina Conchita es otro lugar en la roma que es muy lindo y está muy bien para tomarse unos tequilas y que además me tocó una carta especial del chef de Los Ángeles Wes Ávila que se tomó la cocina durante el fin de semana y preparó varias delicias entre las que vale la pena resaltar los tacos de pork belly con granada y pistachos que eran como un sueño.
Y en general es bueno ir probando, no tenerle miedo a los carritos de tacos en las esquinas, donde vean una fila grande, ahí es el lugar para comer. Otra buena recomendación es preguntarle a los conductores de Uber cuáles son sus tacos favoritos, los locales siempre están en la jugada!


























Hago un punto aparte aquí para hablar del tequila y el mezcal. Alguna vez me tomé un mezcal que en la botella traía el escrito «agua bendita de las verdes matas» y creo que no puede haber una mejor descripción de los destilados del agave. Obviamente es un gusto personal, pero yo no he encontrado un trago que me guste más que el tequila. Cura todo, me pone feliz y, como dije más arriba, casi no me da resaca.
Hecha esta introducción no se sorprendan entonces si me encuentran en México un poco «copetona» porque cada vez que como tacos trato de pasarlos con un tequila o un buen mezcal.
Para los mezcaleros hay una experiencia que es de mis favoritas que es una cata de mezcales en la casa de Andrea, el personaje detrás de La Fiera Mezcal. Ella es una antropóloga de Guerrero que tiene su marca de mezcales artesanales y que hace catas en su casa en Coyoacán. Es una experiencia increíble porque estás ahí uno a uno con una persona que sabe mucho y te explica todo lo que quieres saber sobre los mezcales y sobre la cultura mexicana. La cata siempre va acompañada de comida típica de Guerrero, y el mejor guacamole del mundo mundial, una receta secreta de la abuela de Andrea que no comparte ni con 10 mezcales encima.
Otro buen lugar para ir a tomarse unos tragos y comerse unos taquitos es la terraza del Gran Hotel Ciudad de México. El edificio es absolutamente espectacular, y la vista al atardecer es privilegiada. El servicio es muy muy bueno, los meseros son atentos, amables y llenos de anécdotas para compartir. Si, es un plan turístico pero vale mucho la pena.
La Bipolar es un bar que tiene muchas sucursales yo estuve en la de Coyoacán. La música deja que desear pero el lugar es muy bonito y lleno de detalles de diseño y frases típicas.
El café de Tacuba es un clásico del centro en una casa hermosa, muy turístico pero que también vale la pena visitar, tomarse unos tequilitas y probar platicos pequeños (botanas).
Un lugar que nos encontramos en este último viaje y que me encantó es el Bar La Opera, también en el centro, la concurrencia, la música y el lugar son absolutamente imperdibles.
Parker & Lenox es un bar inspirado en los speakeasy de los años 20 que eran escondidos detrás de otros negocios. Tocan jazz en vivo y es un espacio muy agradable para ir en la noche.






Con estos recomendados me despido por ahora! me encantaría que si tienen recomendados propios me los dejen en los comentarios para ir a visitarlos en futuros viajes (porque a CDMX siempre hay que volver). En unos días estaré publicando la entrada sobre otras cosas para hacer en el DF porque a pesar de que uno quisiera comer todo el día, hay más cosas interesantes para ver ; )