Retomando nuestro viaje a Escocia en carrocasa, continúo con esta publicación que es la continuación de la parte 2 . Después de bajar de la telesilla en el resort de ski de Glencoe, volvimos a nuestra casa rodante para tomar rumbo hacia el Castillo de Eilean Donnan uno de los mejores preservados (si no es el mejor preservado) de las tierras altas. Es un lugar turístico pero vale la pena hacer el tour por dentro para conocer un poco más de la cultura de las tierras altas, las rebeliones jacobitas y los clanes que eran la estructura social local antes del dominio total de Inglaterra.
Salimos del castillo y tomamos rumbo hacia Fort William, una pequeña ciudad que es perfecta para abastecerse de mercado y todo lo necesario para continuar el camino hacia la isla de Skye a la que se pasa por un puente vehicular sin ningún problema.
Aquí vale la pena advertir que la isla de Skye aunque fue uno de mis lugares favoritos, es muy muy turístico y las carreteras son las más estrechas de todas las tierras altas, son de un solo carril y muchas veces hay carros de turistas parqueados en las orillas (incluido nuestro carrocasa de 7 mts de largo y 3 mts de ancho). Así que hay que tener paciencia porque como uno, toda la gente quiere llegar a ver las maravillas naturales que esta isla tiene para ofrecer.
Nuestro primer destino en este lugar fue pasar por la destilería de whisky Talisker en donde hicimos una parada breve para comprar un par de botellas para disfrutar por la noche cuando parqueamos nuestro carrocasa.
Después de comprar nuestro whisky seguimos nuestro camino hacia una cadena de cascadas y piscina naturales llamadas Fairy pools. Son muy bonitas, el agua es azul turquesa y son muchas cascaditas que forman pequeños estanques, la caminada no es muy difícil y es un lugar muy lindo para hacer un picnic. Vimos algunos osados bañándose, pero honestamente con la temperatura que nos tocó yo no me hubiera metido en el agua helada.
Nuestro siguiente punto fue Point Neist Lighthouse, un faro en la punta norte de la isla que vale muchísimo la pena visitar. Se llega por una carretera estrecha (como todas las de Skye) a un parqueadero de donde se camina más o menos 1.5 kms para llegar al faro que tiene una vista impresionante sobre un risco y unas formaciones del terreno muy inusuales. La caminada de ida es muy fácil porque es todo en bajada pero la subida de vuelta si tiene una exigencia que no recomendaría para personas muy mayores o niños muy pequeños porque es muy empinada. Este paisaje con sus cientos de pájaros que gritan en varios tonos, las olas golpeando en las rocas y un silencio absoluto, se robó mi corazón. De verdad un lugar que merece ser visitado y disfrutado con calma.
Terminamos el día parqueando nuestro carrocasa por la noche en la orilla de un río, y dsifrutando de un whisky delicioso rodeados de muchas ovejas y mucho silencio.
Se que me repito, pero es que vale la pena hacer énfasis en lo maravilloso que es tener la libertad de pasar la noche en lugares así, rodeados solo de naturaleza y uno que otro pescador madrugador.
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