Seguimos con este recorrido de las tierras altas escocesas. En la última publicación nos quedamos parqueados en medio de la nada a la orilla de un río en la Isla de Skye.

El día comenzó con el pie derecho porque al salir a la carretera principal y andar algunos kilómetros nos encontramos con algo que llevaba esperando durante todo el viaje: las famosísimas Highland coos (Highland cows o vacas de las tierras altas), las maravillosas vacas cornudas de color naranja intenso con mucho mucho pelo. Las vio mi hermano a la orilla de la vía y buscamos un lugar para parquear y nos bajamos para acercarnos a ellas. Una de las recomendaciones que hacen es que si tienen crías, es mejor no acercarse porque son madres extremadamente protectoras, pero si están solas (como en este caso) son muy mansas y de hecho bastante inmutables, más interesadas en asegurar el desayuno de hierba que en los visitantes con cámaras que las rodearon.

Después de esta dósis de felicidad animal, seguimos nuestro camino y llegamos temprano a la que se convertiría en una de mis caminadas favoritas: The Quiraing: Una caminada de unas 2:30 horas en la que se parte de un lugar con formaciones montañosas imposibles, millones de tonos de verde y una vista espectacular, y se pasa por lugares que parecen locaciones de Game of Thrones.
Es un circuito en el que se vuelve al punto de partida y que vale toda la pena del mundo hacerlo completo. Es importante ir preparados para vientos fuertes y algunas subidas empinadas.
Otra recomendación es cargar la ruta de la caminada antes cuando haya acceso a internet o hacer un pantallazo de las indicaciones porque no hay nada de señal de celular.

Volvimos a nuestro carrocasa para almorzar y seguir por la vía. El lugar que seguía para visitar es uno de los más famosos de la isla de Skye: Old man of Storr una formación rocosa muy muy famosa, y por lo tanto, muy muy llena. Al llegar vimos que la fila de carros para parquear era de casi 500 mts, y tomamos una decisión unánime de seguir de largo. Después de lo que habíamos visto en la caminada de la mañana quedamos más que satisfechos de paisajes insólitos.

Nuestra siguiente parada fue Portree la capital de la isla y un pueblito muy lindo en donde aprovechamos nuevamente para abastecernos de comida, agua y otras necesidades antes de abandonar con mucha tristeza la isla de Skye.
En general, no nos quedábamos mucho tiempo en las ciudades y pueblos porque la naturaleza que nos esperaba por fuera era tan linda que poco nos interesaban las construcciones de los humanos.

Volvimos a la isla principal y tomamos el rumbo de la Ruta North Coast 500 que es una carretera que va bordeando la costa de la parte norte de Escocia, es famosa por ser estrecha, estar llena de ruinas de castillos y de bosques espectaculares. Fue precisamente buscando estos bosques y buscando una caminada para terminar el día y aprovechar las largas horas de luz del verano,  que nos topamos con Lael forest, un bosque de coníferas (pinos) de todas partes del mundo. Una caminada corta pero sustanciosa que incluyó parada a comer a la sombra de un secuoya gigantesco. La recomiendo a ojos cerrados, es fácil de hacer y el bosque tiene los árboles marcados con la clasificación botánica .

Seguimos nuestro camino hacia el norte pasando por ruinas de castillos y campos llenos de ovejas para llegar a la orilla de un lago con una costa rocosa en donde decidimos pasar la noche con la mejor vista posible. Hay algo en dormir a la orilla del agua que hace que uno se relaje, no se si es el sonido de la corriente golpeando contra las piedras o solo el hecho de mirar por la ventana y ver el agua tranquila, pero siempre tratábamos de buscar un lugar cerca al agua para dormir y ver el amanecer.