Seguimos con este recorrido de las tierras altas escocesas. En la última publicación nos quedamos parqueados en medio de la nada a la orilla de un río en la Isla de Skye.

El día comenzó con el pie derecho porque al salir a la carretera principal y andar algunos kilómetros nos encontramos con algo que llevaba esperando durante todo el viaje: las famosísimas Highland coos (Highland cows o vacas de las tierras altas), las maravillosas vacas cornudas de color naranja intenso con mucho mucho pelo. Las vio mi hermano a la orilla de la vía y buscamos un lugar para parquear y nos bajamos para acercarnos a ellas. Una de las recomendaciones que hacen es que si tienen crías, es mejor no acercarse porque son madres extremadamente protectoras, pero si están solas (como en este caso) son muy mansas y de hecho bastante inmutables, más interesadas en asegurar el desayuno de hierba que en los visitantes con cámaras que las rodearon.

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